El tiempo de los jueces.
Lá monarquia: Saul, David, Salomón.
Los dos reinos. El Profetismo. Amos –oseas; Isaías – Miqueas.
La reforma del Rey Josías.
La cautividad Babilónica. Jeremias, Ezequiel.
ü ¿Cómo imaginas tu vida de aquí a diez años?
ü ¿Cuáles son tus sueños, tus proyectos de futuro?
ü ¿Cómo estas construyendo hoy la vida que soñas?
ü ¿Cuáles son las fuerzas y habilidades que estas desarrollando para construir tu vida?
La primera conquista que todos debemos hacer en la vida es la de nosotros mismos: Ser personas. Y hacernos personas es todo un proceso de personalización, que lleva implícito un gran trabajo y una gran alegría. Nos hacemos cada vez mas personas en la medida en que vamos creciendo de forma armónica en todos los aspectos de nuestra vida, en la medida en que vamos conquistando a cada paso las respuestas a los interrogantes que tenemos en nuestro corazón.
Josue El lider de la conquista
Josué nació en Egipto y era la mano derecha de Moisés durante todo el éxodo y la peregrinación en el desierto. El acompañó a Moisés al Monte Sinai. (Éxodo 24:13), y uno de los dice espías que fueron a espiar a la Tierra Prometida. Solamente Josué tuvieron la fe y el coraje de abocarse a la conquista de la Tierra Prometida. (Números 14:6). Ellos fueron los únicos varones que salieron de Egipto y entraron en Canaan 40 años después. (Num. 14:30). Josué asumió el liderazgo después de la muerte de Moisés. El tenía 110 años cuando murió. Después de tantos años los israelitas llegaron a la tierra prometida. Era alrededor del año 1200 aproximadamente. Josué desde la otra orilla del Jordán se preparó para la conquista, para lograr el objetivo sabía de antemano que el pueblo debería estar unido y ser fiel a la Alianza, ya que solo con la ayuda de Dios se podía acceder a la
conquista. (Jos 1,1-3, 5-9). El libro de Deuteronomio (33:37.36:13) registra el adiós y la muerte de Moisés. El libro de Josué se abre con el trabajo de Moisés ya terminado. Dios ha proveído a su gente una revelación escrita, un sacerdocio, un lugar para adorarle, un sistema de leyes y un nuevo líder para conquistar la tierra prometida. Josué asume el control de la dirección de Israel. Los Israelitas acamparon en el llano de Moab, aguardando el Mandato de Dios para pasar y poseer Canaan. Su responsabilidad es conquistar la tierra y colocar las tribus en sus límites designados. La fecha de cruzar el Jordán es cerca de 1406 antes de Cristo. La tierra conquistada era primeramente
conocida como Canaan, y después Palestina.
Para los descendientes de Abraham era conocida
como la tierra prometida.
La tierra de Canaan estaba compuesta de ciudades-estados individuales. Cada una de estas ciudades tenía su propio rey. Por lo tanto, conquistar la tierra significó derrotar cada ciudad una a la vez puesto que no había gobierno central en Canaan. Estas ciudad-estados en Canaan estaban bien presentadas y avanzaban bien cultural y técnicamente. Había comercio exterior extenso con Mesopotamia, Egipto y Chipre. Las casas cananitas eran de un buen diseño con los pisos pavimentados o enyesados. La mayoría de las ciudades habían desarrollado alcantarillados. Había artesanos del oro, cobre y estaño. Algo de la cerámica más fina ha sido escavado allí. La religión Canaaita: Los habitantes eran inmorales, ofrecían sacrificios de niños, las sacerdotisas del templo eran prostitutas, Los Sodomitas eran prostitutos masculinos del templo, etc. Los templos de Baal, de Ashtoreth y de otros cananitas eran centros del vicio. Baal era el dios principal de los canaanitas, y su esposa Ashtoreth era su diosa. Ella era el personificación del principio reproductivo en naturaleza. Su nombre babilónico era Ishtar, Astarte su nombre griego. Lo que hizo la adoración cananita de Baal fue la abrogación de Israel sostenida de ser el dios del tiempo y de las cosechas fértiles. Descubrimientos arqueológicos revelan el hallazgo de jarrones conteniendo r
Los Jueces de Israel
Después de la muerte de Moisés, los israelitas al mando de Josué lograron ocupar la Tierra Prometida. Esta fue repartida entre las doce tribus. Al principio el pueblo se mantuvo fiel a Dios, pero con el correr de los años olvidaron la Alianza y la Ley. En ésta época surgen los JUECES, que se encargan de liberar al pueblo de los enemigos, gobernarlo y de restaurar la Alianza.
El juez bíblico es más bien un conductor de tiempos de crisis, una especie de cacique u "hombre fuerte" que ha salvado la situación en momentos difíciles, invasiones, opresión por parte de otras naciones o cualesquiera otras circunstancias de conflicto. Para hacer esto, puede haber tomado el control de una o más tribus, y haber luchado hasta el final para resolver el problema.
En este contexto, han sido jueces Débora o Sansón, ya que ambos han cumplido las condiciones antedichas, aunque nunca juzgaron, perdonaron ni condenaron a ningún reo. Pero, para el libro que nos ocupa, ambos "juzgaron" a Israel, esto es, utilizaron su "juicio" intelectual para resolver un problema imperioso y amenazante.
Contexto histórico
En tiempos de los Jueces, Israel está completamente desorganizada, sus instituciones están aún sin definir y numerosas potencias la amenazan.
Entonces Yahvéh, infundiendo un sobrenatural valor en ciertos hombres y mujeres carismáticos, les permite utilizar Su fuerza para arreglar las cosas. Como esta intervención está librada solamente al arbitrio de la Divinidad, los jueces aparecen y desaparecen a intervalos irregulares de la historia hebrea.
Ningún juez llegó a ser jefe supremo porque su función no es lograr la unidad sino solventar un problema puntual: la unificación definitiva habrá de esperar a los Reyes.
El contexto histórico en el que se desarrolla el libro de los jueces abarca el tiempo desde la muerte de Josué hasta la monarquía, durante el cual el pueblo de Israel vive en Canán.
Samuel el ultimo de los Jueces
Las tribus israelitas convivían con los cananeos sin ningún enfrentamiento, pero sin embargo estaban amenzados por los filisteos. En este momento surge Samuel el último de los jueces, que hace resurgir en el pueblo la confianza en Yahvé. Leemos la vocación de Samuel
1 Sam 3,4-10).
Samuel fue creciendo en la fidelidad a la Alianza, escuchando a Dios que le hablaba, todos acudían a él en busca de consejo.
Cuando Samuel era un anciano y ante la amenaza de la invasión de los filisteos, el pueblo le pidió que eligiera y nombrara a un Rey en nombre de Dios. Este Rey debía gobernar todas las tribus, sería un único jefe para gobernar y capaz de organizar un ejercito para defenderse de invasiones enemigas. (1 Sam 8,5).
Samuel cumpliendo la voluntad de Dios y del pueblo, que le habían pedido un Rey a semejanza de reyes extranjeros, eligió a Saúl, un joven de la tribui de Benjamín, y derramó aceite sobre su cabeza ungiendolo como Rey de Israel.