Trabajos Prácticos 1º Trimestre

UNIDAD IV

Unidad 4

El Acontecimiento creador





Dios y el Ser humano ante la creación y la historia

La Vocación de Adán: llamados a encontrar la imagen de Dios... (Gén.1,26-31)

Llamados a aceptar y valorar la vida.

Frases para pensar:

1. Soy un regalo de Dios para mí mismo. Dios nos ama ¿Qué es el amor? ¿como es el amor humano?

2. Todo lo que soy es don: cuerpo (estatura, rostro, destrezas, habilidades...), espíritu (inteligencia, libertad), psicología (carácter, sentimientos, modo de ser, inclinaciones, pasiones...)

3. El primer modo de adorar a Dios es darle gracias por lo que soy.

4. Mi vida es el primer libro donde puedo leer la Voluntad de Dios.

5. Dios quiso y quiere (soñó/sueña, decidió/decide) que viva, y que sea ‘yo’ mismo; y lo seré para siempre, por toda la eternidad.

6. Amarse a sí mismo es un mandamiento: es el primer modo de amar a Dios.

7. Mi primer ‘projimo’(=próximo) soy yo.

8. Sólo aceptando lo que soy, con mis riquezas y mis límites (corporales, espirituales o psicológicos), podré amar a Dios plenamente.

9. Mi primer vocación es ser yo mismo: descubrirme, desplegarme, amarme...y esto no lo puedo realizar sino con Dios, con los demás y conmigo mismo.

10. Soy don y tarea.

11. “¿Por qué soy como soy?¿porqué solo puedo tener lo que tengo?. La respuesta sólo la da Dios..el ‘Espiritu de la verdad’ que es, además, el ‘Espíritu del amor’...En el Espíritu Santo dio Cristo la redención, la reconciliación, la paz...con el propio yo” (Romano Guardini en La aceptación de sí mismo).

12.Ser imagen y semejanza de Dios es nuestra dignidad más grande.

13.“Dios miró todo lo que había hecho y vió que era muy bueno”.

*Llamados a participar de la obra creadora de Dios.

· La Creación no está completa.

· Dios quiso que nosotros, cada uno en su propia vocación, continuáramos y perfeccionáramos la Creación.

· Dios nos da la Creación como encargo: nos ha dejado su cuidado, su gobierno y su perfección.

· En esto consiste la dignidad de la ciencia y la técnica, del saber y del trabajo humano.


· Trabajo Personal

· ¿Cuál es el deseo, el ideal, el proyecto más profundo de mi corazón?

· ¿Cuál es la necesidad que veo en la gente y que me preocupa más?

· ¿Cuál es mi virtud más importante en el orden físico?

· ¿Cuál es mi virtud más importante en el orden espiritual (inteligencia-voluntad)?

· ¿Qué es lo que la gente cercana a mí (padres, hermanos, amigos, etc.) valora más en mi?

· ¿Qué es lo que más me critica?

· ¿Me siento verdaderamente amado, valorado, reconocido por los más cercanos a mí? ¿Porqué?

· Al pensar en mí mismo ¿qué siento?: frustración, gratitud, rebeldía, alegría, reproche, pena, autocrítica, esperanza, decepción, ganas de crecer?

Dios miró todo lo que había hecho y vió que era muy bueno”.

Dios y el Ser humano ante la creación y la historia

La Vocación de Adán: llamados a encontrar la imagen de Dios... (Gén.1,26-31)

Y Dios creó al hombre a su imagen; lo creó a imagen de Dios, los creó varón y mujer.

"Dios creó al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó, hombre y mujer los creó" (Gn 1,27). El hombre ocupa un lugar único en la creación: "está hecho a imagen de Dios"; en su propia naturaleza une el mundo espiritual y el mundo material; es creado "hombre y mujer"; Dios lo estableció en la amistad con El.

"A IMAGEN DE DIOS"

De todas las criaturas visibles sólo el hombre es "capaz de conocer y amar a su Creador"; es la "única criatura en la tierra a la que Dios ha amado por sí misma"; sólo él está llamado a participar, por el conocimiento y el amor, en la vida de Dios. Para este fin ha sido creado y ésta es la razón fundamental de su dignidad.

Por haber sido hecho a imagen de Dios, el ser humano tiene la dignidad de persona; no es solamente algo, sino alguien. Es capaz de conocerse, de poseerse y de darse libremente y entrar en comunión con otras personas; y es llamado, por la gracia, a una alianza con su Creador, a ofrecerle una respuesta de fe y de amor que ningún otro ser puede dar en su lugar.

La persona humana, creada a imagen de Dios, es un ser a la vez corporal y espiritual. El relato bíblico expresa esta realidad con un lenguaje simbólico cuando afirma que "Dios formó al hombre con polvo del suelo e insufló en sus narices aliento de vida y resultó el hombre un ser viviente" (Gn 2,7). Por tanto, el hombre en su totalidad es querido por Dios.

La Iglesia enseña que cada alma espiritual es directamente creada por Dios -no es "producida" por los padres-, y que es inmortal: no perece cuando se separa del cuerpo en la muerte, y se unirá de nuevo al cuerpo en la resurrección final.

LA LIBERTAD DEL HOMBRE

Dios ha creado al hombre racional confiriéndole la dignidad de una persona dotada de la iniciativa y del dominio de sus actos. "Quiso Dios «dejar al hombre en manos de su propia decisión» (Si 15,14), de modo que busque a su Creador sin coacciones y, adhiriéndose a El, llegue libremente a la plena y feliz perfección": El hombre es racional, y por ello semejante a Dios; fue creado libre y dueño de sus actos.

LIBERTAD Y RESPONSABILIDAD

La libertad es el poder, radicado en la razón y en la voluntad, de obrar o de no obrar, de hacer esto o aquello, de ejecutar así por sí mismo acciones deliberadas. Por el libre arbitrio cada uno dispone de sí mismo. La libertad es en el hombre una fuerza de crecimiento y de maduración en la verdad y la bondad. La libertad alcanza su perfección cuando está ordenada a Dios, nuestra bienaventuranza.

1733 En la medida en que el hombre hace más el bien, se va haciendo también más libre. No hay verdadera libertad sino en el servicio del bien y de la justicia. La elección de la desobediencia y del mal es un abuso de la libertad y conduce a "la esclavitud del pecado".

La libertad hace al hombre responsable de sus actos en la medida en que éstos son voluntarios

Todo acto directamente querido es imputable a su autor:

La libertad se ejercita en las relaciones entre los seres humanos. Toda persona humana, creada a imagen de Dios, tiene el derecho natural de ser reconocida como un ser libre y responsable. Todo hombre debe prestar a cada cual el respeto al que éste tiene derecho. El derecho al ejercicio de la libertad es una exigencia inseparable de la dignidad de la persona humana, especialmente en materia moral y religiosa. Este derecho debe ser reconocido y protegido civilmente dentro de los límites del bien común y del orden público.

"En lo más profundo de su conciencia el hombre descubre una ley que él no se da a sí mismo, sino a la que debe obedecer y cuya voz resuena, cuando es necesario, en los oídos de su corazón, llamándole siempre a amar y a hacer el bien y a evitar el mal... El hombre tiene una ley inscrita por Dios en su corazón... La conciencia es el núcleo más secreto y el sagrario del hombre, en el que está solo con Dios, cuya voz resuena en lo más íntimo de ella".

Presente en el corazón de la persona, la conciencia moral le ordena, en el momento oportuno, practicar el bien y evitar el mal. Juzga también las opciones concretas aprobando las que son buenas y denunciando las que son malas.

ra aliviar ese dolor?