Trabajos Prácticos 1º Trimestre

2.7 Soy persona que se expresa: La Sexualidad, ser varón, ser mujer.
2.8 La Sexualidad como código relacional, diferencias varón-mujer como elementos integradores del ser, donde el cuerpo expresa la integridad de la persona.

Definición de sexualidad

La sexualidad es un universo complejo en el cual intervienen aspectos tanto biológicos, como psicológicos y sociales. La sexualidad engloba una serie de condiciones culturales, sociales, anatómicas, fisiológicas, emocionales, afectivas y de conducta, relacionadas con el sexo que caracterizan de manera decisiva al ser humano en todas las fases de su desarrollo.
Encontrar una definición de sexualidad es una tarea difícil ya que la sexualidad hace referencia a un concepto multiforme, extenso, profundo y variadísimo de elementos que todos unidos forman el concepto de sexualidad como un todo.
La sexualidad es un término dinámico.
La sexualidad es vivida y entendida de modos diversos en a lo largo y ancho de la geografía mundial atendiendo a las diferentes culturas, ideales, modelos de sociedad y de educación.
Además de este condicionante socio-cultural, debemos tener en cuenta que la sexualidad es un concepto dinámico que ha ido evolucionando de la mano de la Historia del ser humano.
No podemos encajonar la sexualidad como algo estático y predecible, sino como un todo que envuelve la vida del hombre, que evoluciona a lo largo de la historia, y no sólo de la Historia en mayúsculas, sino también en la historia personal de cada individuo. La sexualidad nos acompaña desde que nacemos hasta que morimos, y va moldeándose al ritmo de nuestras experiencias de vida, poniendo su sello en todo lo que vemos, entendemos, sentimos y vivimos.

La sexualidad humana se despliega en tres direcciones:

Personal y personalizante, por la maduración equilibrada de todas las potencialidades humanas.
Interpersonal. En cuanto a la formación y comunión de la pareja y en cuanto a la procreación o creación común.
Social, porque permite una interrelación enriquecedora en una sociedad bisexuada.
La sexualidad humana es, en si la suma de las características. Físicas y biológicas, psíquicas y sociales. Que tipifican la condición femenina o masculina en su totalidad y armoniosamente integradas, pero es, sobre todo una dimensión fundamental de la existencia humana, no forzosamente ligada a la realización genital.

Toda persona y toda la persona están marcadas profundamente por su sexualidad.
Hay que saber distinguir entre genitalidad y sexualidad:
La sexualidad es un elemento básico de la personalidad; un modo propio de ser, de manifestarse, de comunicarse con los otros, de sentir, expresar y vivir el amor humano. Por eso, es parte integrante del desarrollo de la personalidad "A la verdad en el sexo radican las notas características que constituyen a las personas como hombres y mujeres en el plano biológico, psicológico y espiritual, teniendo así mucha parte en su evolución individual y en su inserción en la sociedad"

La sexualidad abraza todos los aspectos de la persona humana, en la unidad de su cuerpo y de su alma. Concierne particularmente a la afectividad, a la capacidad de amar y de procrear y, de manera más general, a la aptitud para establecer vínculos de comunión con otro.
Corresponde a cada uno, hombre y mujer, reconocer y aceptar su identidad sexual. La diferencia y la complementariedad físicas, morales y espirituales, están orientadas a los bienes del matrimonio y al desarrollo de la vida familiar. La armonía de la pareja humana y de la sociedad depende en parte de la manera en que son vividas entre los sexos la complementariedad, la necesidad y el apoyo mutuos.

La sexualidad es nuestra manera masculina o femenina de ser de vivir en este mundo. Al sexualidad impregna a toda la persona. Cada célula del cuerpo, cada sentimiento, cada acción. El hombre siente, piensa ama, actúa, se divierte como varón. La mujer siente, piensa actúa se divierte como lo que es: mujer. No somos ángeles, sino seres sexuados, nuestra sexualidad se manifiesta en todas las relaciones con los demás y en todas las situaciones.

El Cuerpo Humano
Dios crea al hombre como una unidad de cuerpo y alma espiritual. El cuerpo humano es el ser real que existe en el mundo. Este cuerpo que comienza, cambia, se desarrolla, crece, percibe sensaciones y movimiento y es manejable por medio de la voluntad.
Se puede comunicar a través del cuerpo. La comunicación puede ser verbal y no verbal. La primera responde a las palabras pronunciadas , la segunda a las palabras escritas que transmiten información de una persona a otra.
También se pueden expresar con el cuerpo emociones e intenciones. La risa demuestra estado de alegría y el llanto de tristeza. Se pueden alzar los brazos en señal de victoria , hacer con la cabeza un gesto de aprobación, o rascarse la cabeza como señal de duda.
El cuerpo permite expresar otras sensaciones como ser por medio de la danza, la gimnasia, con la mímica, con los diversos los gestos. El tocarse y el contacto personal son significativos en cuanto a las emociones. Un niño puede reclamar que lo sostengan en brazos, un cálido abrazo es manifestación del encuentro con el amigo.
Las caricias y los besos son modos de decirle algo al otro. Puede ser entre amigos, sobre todo entre los novios y los esposos. Pero siempre teniendo en cuenta de no incomodar con estas manifestaciones. Podemos percibir si este modo de acercamiento puede incomodarle al otro, o no. Lo importante es hacerlo siempre con sentimiento sincero y de respeto.
Vimos anteriormente que el hombre es un compuesto de cuerpo y alma espiritual. El alma no es algo sexuado, pero es capaz de autoconciencia y puede expresar las características humanas más profundas que la conciencia indica. “Por ejemplo la mujer tiene de profundamente humano su capacidad de acogida, comprensión, aceptación, resistencia prolongada a las dificultades, todas ellas características maternas. El hombre tiene de más profundamente humano tendencia a organizar, ordenar, dar normas, producir objetos y enfrentar dificultades, que son características paternas” . Muchas veces estas tendencias se entrecruzan en cada persona, pero por lo general una de las dos es la que generalmente predomina.
Hay que tomar en serio al cuerpo y también a las diferentes edades del cuerpo. El niño en gestación, el recién nacido, el niño, el adolescente, el adulto, el anciano presentan cambios en el cuerpo a medida que se pasa de una etapa a la otra. Nunca hay que olvidar que el cuerpo, incluso el embrión, es parte de la persona.
La encarnación de Dios en el cuerpo de su hijo Jesús proclama con fuerza la importancia y la dignidad del cuerpo humano. San Pablo confiere al cuerpo humano toda su grandeza en el versículo de 1Cor 6,19: “¿No saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo que han recibido de Dios y que está en ustedes?.

La sexualidad debe estar integrada en toda la personalidad

Es propio de los niños dejarse guiar por los deseos, por los otros, por el ambiente, etc. Ser adulto no es tener órganos genitales activos, sino es ser protagonista libre de la propia sexualidad. Para poder ser libre hay que haberse adueñado antes de todas las fuerzas que se agitan dentro de uno: sexuales, afectivas y racionales. Tiene que haber un orden y una armonía en toda la persona.
La inteligencia y la voluntad deben encauzar los sentimientos y el impulso sexual., muchas veces el instinto y los sentimientos dominan todo y corrompen la voluntad y el intelecto. No hay que confundir el placer con la felicidad, nos destruimos a nosotros mismos y dañamos a otros.


La sexualidad es un llamado a la comunicación y al amor:
Cuando nace el verdadero amor, cada uno vive el gozo de descubrir en el sexo opuesto una riqueza desconocida hasta ahora. La sexualidad en su concepto mas completo, es ese tesoro personal deum los distingue como varón y mujer, o por el cual ambos pueden sentirse atraídos, complementarse y hallar la felicidad en la donación recíproca.
Somos incompletos. Por eso nadie puede bastarse a si mismo. Pero esta limitación se muestra como una gran posibilidad: los impulsos que experimentamos en nuestro organismo, la misma atracción por la belleza física, el deseo de cariño, de caricias, de contacto corporal entra en el plan de Dios quien nos llama a la comunión con los demás. La sexualidad nos invita al amor.

El cuerpo pone en el amor el instinto sexual y el atractivo estético:
El instinto sexual es diferente en los animales y los hombres. La naturaleza guía a los animales imperiosamente, sin darle la posibilidad de elegir y decidir. No tienen libertad ni voluntad. En el hombre el impulso genital no es algo que determina, incontrolable, irresistible. La satisfacción del instinto genital no es una necesidad. Tiene que ser expresión de personas y por eso mismo de libertad y de entrega conciente.
El dejarse llevar por el impulso sexual y el ambiente rebaja al hombre a menos que un animal. En los animales el ejercicio de la genitalidad esta controlado perfectamente. En el hombre lo natural es que asuma ese control la inteligencia y la voluntad. El órgano sexual mas importante es el cerebro.”Hacer lo que se da la gana” es contra la naturaleza humana. Sin embargo el instinto sexual es necesario y noble en cuanto sirve a la vida y es expresión de amor.
La belleza, es un regalo divino que ayuda a acercarse el uno al otro. Solo hay que considerarla en su punto justo: no como un fin, sino como un medio para avanzar en el camino hacia la belleza interior y hasta infinita. Si no, la belleza física nos tendría que desilusionar: hoy es y mañana desaparece.
La relación puramente corporal es egoísta e inhumana. No es amor entre dos personas y deja insatisfecho al hombre, ya que no queremos llenar solamente nuestros instintos sino la vida afectiva e espiritual.