El mundo de las ideas incide el mundo físico; piensa bien y harás lo correcto.
La libertad está en ser dueños de la propia vida.
En torno de la esencia está la morada de la ciencia.
La mayor declaración de amor es la que no se hace; el hombre que siente mucho, habla poco.
El amor es la alegría de los buenos, la reflexión de los sabios, el asombro de los incrédulos.
No hay hombre tan cobarde a quien el amor no haga valiente y transforme en héroe.
Así como los ojos están formados para la astronomía, los oídos lo están para percibir los movimientos de la armonía.
La diferencia entre la sabiduría y la ignorancia es tener una opinión
Un hombre que no arriesga nada por sus ideas, o no valen nada sus ideas, o no vale nada el hombre.
Al contacto del amor todo el mundo se vuelve poeta.
La pobreza no viene por la disminución de las riquezas, sino por la multiplicación de los deseos.
No hay amores viles, sino físicos, y no constantes, y hay otros amores estables.
El objetivo de la educación es la virtud y el deseo de convertirse en un buen ciudadano.
Los que propagan la calumnia y los que escuchan, todos ellos deberían ser colgados: los propagadores, por la lengua, y los oyentes por las orejas.
En el vino (está) la verdad.
La civilización es la victoria de la persuasión sobre la fuerza.
Lo que se mueve por sí mismo es inmortal.
Todo lo que se llama estudiar y aprender no es otra cosa que recordar.
El legislador no debe proponerse la felicidad de cierto orden de cuidadanos con exclusión de los demás, sino la felicidad de todos.
De virtud hay una especie, de maldad, muchas.
Si bien buscas, encontrarás.
Los hombres viven celosos de la inmortalidad.
Los muertos son los únicos que ven el final de la guerra.